La mañana arrancó fresca (inapropiada esa palabra al llegar a Viena, diremos que "templada"), y a las 7:00 salimos puntuales hacía el aeropuerto de Málaga. En el camino, dos polos opuestos: algunos dormidos y que ni se enteraron de casi la hora que pasó, y otros no paraban de hablar con la excitación y emoción del viaje y de lo que esperaban y pensaban hacer.
Al llegar al aeropuerto, los dos técnicos de Nautalia esperándonos puntuales en la salida y zona de facturación comentandonos el enorme volumen de tránsito de pasajeros por los dias en los que estábamos con lo que nos pusimos a facturar lentisimamente (con dos mostradores a nuestra disposición pero bastantes ineficaces)
Antes, los primeros descuidos...un móvil, una bufanda y algún desayuno olvidados que al revisar recuperamos.
Alli conocemos a nuestro guia, Jose Angel, un auténtico nómada del mundo, con medio mundo recorrido y de trato muy agradable y cercano, que llega además con una gruesa parka de pelo en la solapa que nos deja claro que a donde vamos hará frío frío. Por cierto, anécdota, fue el guía hace ya unos cuantos años de varios de nuestros alumnos del Simón Fernández que fueron en su viaje fin de curso a Paris.
Nos dividimos en tres grupos para pasar el lentisimo arco de seguridad, a veces culpa nuestra porque no recordamos las normas de dicho dispositivo.
Apenas 15 minutos para empezar el embarque, el tiempo suficiente para un rápido desayuno e ir al baño.
En el vuelo coincidimos con otro viaje de estudios de Motril y con mucha gente que engancho vacaciones aprovechando el próximo dia de Andalucía.
Vuelo muy cómodo donde divisamos toda la nevada y espectacular cordillera de los Alpes y al aproximarnos a Viena comprobamos lo blanco que estaba todo por todas partes.
Aterrizamos y aquí el segundo sustillo del viaje, un pasaporte olvidado en el avión y tenemos que hacer una parafa más larga de lo esperada para hacer las gestiones para reclamarlo. Entretanto el McDonald gourmet se puso las botas con los 77 alumnos.... y en esa espera se reparten las habitaciones, todo no cuadra porque nos cambian la distribución inicial de las habitaciones, pero aqui los chicos lo hicieron muy bien y tras unos reajustes, habitaciones asignadas.
Llegamos al hotel, muy muy céntrico, y nos repartimos entre la primera planta, el gran grueso, con dos profesores, y la segunda y tercera planta.
Damos una hora de margen y a las 6 les decimos que daremos una vuelta para conocer la Viena más cercana a pie de noche que como todos sabemos es distinta que de día. Visitamos la zona próxima al Parlamento y al Ayuntamiento con su preciosa plaza iluminada y esa impresionante pista de patinaje donde todos están deseando tener tiempo libre para visitar.
En ese paseo muchísimo pero muchísimo frío, -4C pero con sensación térmica -9C. Algunos muy muy poco abrigados tanto en parte superior como en calzado obviando nuestras recomendaciones. Y otros, profesores casi incluidos, abrigados hasta arriba pero aún asi casi tiritando. Apenas nos atrevemos a quitarnos los guantes y hacer una foto...
Decidimos hacer una foto de grupo y aprovechamos para hacer un Facebook live para saludar a todos.
De alli, deseando tirar al restaurante donde adelantamos la cena 15min...
Y la cena el menú tipico en este tipo de viajes en un sitio muy acogedor y con unas camareras muy agradables. De primero una sopa de fideos y verduras, de segundo unas albondigas de carne con pure de patatas y de postre......!heladoooo!
Por supuesto estaban controlados los menus de las alumnas vegetarianas que llevamos, de los celíacos y de los que tienen otras intolerancias y alergias.
A las 21:30 estamos de vuelta al hotel y les recordamos las mínimas normas que deben respetar en la noche -ya hay algunos evidenciandose mal en ese sentido- y que el desayuno se servirá a las 7:30.
Mañana el frío será aún más intenso pero la panorámica que tenemos por la mañana se desarrollará en autocar.
Que tengáis todos buen domingo....
Mañana, más.
Muchas gracias por la información. Familia de Sergio Senés Carrascosa.
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